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La perseverancia en la minuciosa investigación de Alberto Miralles, le llevó a averiguar que
en la vida de Juan March hubo cuatro dragones que marcaron su vida y el destino de millones
de personas, cuatro dragones que convirtieron a  Juan March Ordinas por méritos propios en
el “ÚLTIMO DRAGÓN DEL MEDITERRÁNEO
El primer dragón en la vida de Juan March se lo encontró nada más
nacer, es el que identifica inequívocamente a Santa Margarita, el
pueblo Mallorquín que le vio nacer aquel lejano 3-10-1880. 
El escudo municipal se remonta a los albores del siglo XVII
coincidiendo en el tiempo con la llegada de la familia March a esta
villa y esta constituido por un dragón -que representa al demonio-
situado en la parte inferior del escudo y por la cruz de Santa Margarita
que ocupa la parte central del escudo. Según la tradición Santa
Margarita fue atacada por el demonio en forma de dragón, al cual
pudo vencer gracias al crucifijo que llevaba.
El destino quiso que March se encontrase con el segundo dragón de su
vida en Argel, concretamente en el Hotel Saint George, en el cual
March había instalado su primer cuartel general en el norte de África
para controlar el contrabando de tabaco y de armas. También es más
que probable, que conociese aquí a Winston Churchill, uno de sus
visitantes más ilustres, y que años más tarde colaboraría en gran
medida a hacer todavía más rico y poderoso a Juan March.
Este hotel se fundó en 1889 y tuvo una historia de lo más agitada, en
1942 Eisenhower lo convirtió en su cuartel general y el día 7 de junio
de 1943 fue testigo la reunión entre Churchill y Eisenhower en la cual
se decidió la suerte de Europa.
Hubo un tercer dragón en la vida de Juan March y de  todos
los españoles…un dragón volador.  Se trata del avión “De
Haviland Dragon Rapide” pagado por March para trasladar
a Franco desde Canarias a la península, para tomar el
mando de las tropas del norte de  África en el fallido golpe
de estado que derivó en la Guerra Civil que devastó el país
y que lo condenó a cuarenta años de dictadura.
El cuarto dragón en la vida de March también decidiría el curso de la
historia, y se materializó nuevamente bajo la figura de San Jorge y su
inseparable y diabólico dragón: “La caballería de San Jorge” fue el
nombre clave con el cual Churchill bautizó a la operación de soborno
llevada a cabo por el último dragón del Mediterráneo.
Entre 1939 y 1943 Juan March recibió 13 millones de dólares del
espionaje inglés. Con ese dinero March debía convencer a los
principales generales Franquistas de que España no apoyara a Hitler
en la Segunda Guerra Mundial y mantuviera la neutralidad.
El éxito de la operación se verificó cuando Franco destituyó al germanófilo Serrano Suñer. Un
oficial del espionaje británico escribió: “La caballería de San Jorge ha estado triunfante, lo
que explica los cambios”. 
Los colores que hemos elegidos para ilustrar nuestra particular “Caballería de San Jorge”, son
el amarillo por las toneladas de oro que acumuló  March en los bancos de Suiza, el verde por
el color de los antiguos billetes de 1.000 pesetas de la época franquista, el rojo por la sangre
derramada de tantos y tantos inocentes, el negro por las oscuras e inconfesables actividades
del último dragón del Mediterraneo, y por último el blanco, por las obras sociales y benéficas
que llevó a cabo Juan March Ordinas durante la última etapa de su vida.