¡No hay derecho que una cabeza como esta se tenga
que pudrir!
Carmen Delgado de Roses, 1962
Nuera de Juan March.
(La nuera por excelencia de Verga dijo estas palabras a mi madre delante
del féretro que contenía el cuerpo sin vida de don Juan March y sin duda
como ella predijo aquel cerebro sin igual se convirtió en polvo,
recordándonos así lo efímera que es nuestra existencia).