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MERCÁN.- Aquí, hasta los presos trabajan para mí.
(Ríen.)
VEGAS.- Buena protección.
MERCÁN.- Un ejército de sombras para cuando se le necesite.
QUINTANAR.- Pronto, tal y como están las cosas.
VEGAS.- ¿Sabes lo de la represión sangrienta del Presidente Azaña
contra los anarquistas en Casas Viejas?
MERCÁN.- Si recibo champán, con más facilidad la prensa.
VEGAS.- Ha sido una barbaridad: ¡quemarlos vivos! Eso le ha
desprestigiado. Y las izquierdas están desilusionadas.
QUINTANAR.- Hasta don José Ortega se ha desmarcado de la
República.
MERCÁN.- Es el momento de propiciar un cambio de gobierno.
VEGAS.- ¿No es eso peligroso? El cambio podría ser aprovechado
por los revolucionarios.
MERCÁN.- Si la revolución es una posibilidad, tendríamos que
liderarla nosotros para evitar que la lleven a cabo otros.
VEGAS.- ¿Cómo?
MERCÁN.- Tengo al candidato adecuado. Grita más que nadie, crea
las frases más ardientes. Sabrá prometerlo todo para anular a otros
competidores más escrupulosos.
VEGAS.- ¿Quién es esa perita en dulce?