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(En el taller de pintura de LUIS, éste y NURIA están en la cama
haciendo el amor. Ella no está desvestida del todo porque el acto
amoroso no le provoca excitación sensual. Una sábana cubre a medias
sus cuerpos. LUIS encima de su mujer se mueve torpemente. Ella,
ajena al sexo, habla a su marido y de vez en cuando, como en un acto
reflejo, le jalea los esfuerzos. )
NURIA.- Así, así, muy bien. Tenemos que hacer algo, Luis. Tu padre
quiere marginarte en favor de Jorge. Debe de creer que los lobos se
respetan entre sí. ¿Por qué tenemos que venir a tu taller para
acostamos? Es sórdido, hace frío, está sucio y huele... huele tan fuerte
a pintura... Tu padre es un hombre horrible. No crea riqueza. La
mueve de un lado a otro: especula con terrenos, presta dinero, obtiene
licencias que revende, hace contrabando, y para eso, compra
voluntades, cargos y documentos comprometedores. Dicen que tiene a
más de cincuenta pistoleros a sueldo. Y a dos ministros en nómina. Y
ahora, aliado a los monárquicos, intriga contra la República. A saber
lo que le cuesta eso. Invertido en terrenos, seríamos los amos.
(Se dan la vuelta y ella se coloca sentada sobre él.)
Edificar, ése es el futuro. Venimos a este sitio tan deprimente porque
dices que en casa de tu padre no tendríamos tanta intimidad, pero yo
sé que no es por eso. Es porque allí notas su presencia y eres incapaz
de excitarte. Pero tu padre no es tan listo como pretende, si lo fuera, ni
le hubieran quitado la exclusiva del tabaco, ni estaría a punto de ir a
prisión. ¿Le oíste? Tu padre se arriesga mucho y si le salen mallas
cosas, podemos quedamos en la calle sin un céntimo, porque yo soy
una señora y no voy a ponerme a trabajar y como tú eres artista, pues
muertos de hambre, Luis.
- LUIS.- ¿Qué?
- NURIA.- Nada, cariño, sigue, lo haces muy bien. Me gusta. Lo que
no soporto es que tu padre esté siempre alardeando de que, pese a sus
orígenes humildes, se ha convertido en el hombre más poderoso de
España. ¡Ni que fuéramos tontos y no supiéramos lo que es dar el